Las Estructuras de Yonaguni (与那国海底構造物) son un conjunto de estructuras descubiertas en la isla japonesa de Yonaguni alrededor de 1985, por el submarinista japonés Kihachirō Aratake (新嵩喜八郎).

Se ha especulado mucho sobre el origen de este monumento como se le denomina en Japón. Para diversos geólogos e historiadores, las estructuras podrian tener un origen natural, mientras que otros sostienen que estas estructuras muestran un trabajo artificial y humano, al menos en parte.

Otros autores suponen que Yonaguni fue parte de la civilización de Mu, cuya suerte habría sido similar a la de la Atlántida o Thule.

Una idea especulativa fecunda sería que, tal vez, ante lo que hoy conocemos como el enigmático Monumento Yonaguni nació una idea esencial: la del templo de líneas regulares, lisas y rectilíneas. Este tipo de formas suelen no manifestarse en el mundo natural. Este tipo de pulcras líneas rectas constituye así una afloración sobrenatural, extraordinaria, sagrada, en el universo visible. Acaso en Yonaguni pudo iniciarse la imitación de un patrón de figuras rectilíneas que luego fue paradigmático en la historia de la arquitectura sagrada, desde los zigurats babilónicos hasta las pirámides de rectos lados y lisas escalinatas de Perú, México o Egipto.

Teoría de Misaki Kimura

Tiempo después de su descubrimiento, un grupo de científicos dirigidos por Misaki Kimura (木村政昭), (de la Universidad de Ryūkyū) confirmó su existencia. Según el estudio del profesor Kimura, la estructura natural fue en alguna época modificada por el hombre. Esto daría fuerza a las especulaciones según las cuales Yonaguni pudo ser parte de la civilización de Mu y que luego desapareció, tal y como la Atlántida o Thule. Se trataría de una construcción realizada al menos hace 10 milenios, lo que la convertiría en la estructura arquitectónica más antigua conocida, muy anterior a las primeras edificaciones de Mesopotamia, Egipto, India y China.

Particularmente, según estas teorías, una estructura en forma de túnel de 1,2 metros de alto, que forma parte de una grieta en la piedra, hubiera representado un formidable obstáculo para acceder al resto de la estructura cuando ésta no estaba bajo el agua. La grieta también sería muy peculiar, por estar compuesta por piedra calcárea, un tipo de piedra que no existe en la región. Dos orificios circulares adyacentes de aproximadamente 2 m de profundidad no concordarían con el resto de la estructura, de manera que habrían sido tallados. Su finalidad habría sido el almacenamiento de agua, aunque otros piensan que pueden ser las bases para pilares de algún tipo. Hacia un extremo del monumento se encuentra una piedra ovalada que tampoco parece concordar con el conjunto. Su extremo superior apunta hacia el norte, y podría haberse utilizado para determinar la hora del día.

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